Amy Winehouse vía Ostlicht
Un 23 de julio de 2011, el mundo, que por aquel entonces aún no vivía con ese amor por las redes, se despertaba con la imagen del rostro de una joven en portada: raya de ojos oscura muy marcada, pendientes de aros grandes, tatuajes y una larga melena negra coronada por un moño beehieve acompañado de un pañuelo. Amy Winehouse había fallecido.
Con tan solo 27 años, la cantante y compositora británica de voz sentida y vestuario característico ponía punto y final a una vida repleta de buena música y popularidad no deseada. Con su partida, sin quererlo, la artista dejaba un legado cultural que perdura hasta día de hoy. Una voz sentida y con una técnica vocal impoluta con la que artistas posteriores se han reflejado. Una imagen extemporánea tan característica y ligada a su figura, que no solo han replicado cantantes, sino también todo aquel quién (la) ha querido.
Amy Winehouse haciéndose su icónico eyeliner vía The Place
La voz de Amy Winehouse tenía un encanto natural que la hacía auténtica, tal vez, porque cantar le salía solo y en sus inicios, nunca había pensado en dedicarse a ello profesionalmente. Tan solo 20 años y en su música se vivía dolor, amor, desamor, sinceridad y pasión; todos ellos representados de una manera propia de los clásicos. Profundidad, delicadez y un canto buenamente añejo en un carácter dulcemente impulsivo.
Cómo la artista llegó a ese julio de 2011 es un trayecto que con los años se ha ido relatando una y otra vez: un descenso que para unos era presumible y que para otros llegaba por sorpresa. Una caída que se produjo desde lo más alto con ‘Back to Black’, el álbum que produjo junto a Mark Ronson y le permitió abrirse de forma personal e internacional. Además de ganar distintos Grammys y ser protagonista de uno de los momentos más icónicos al quedarse estupefacta al enterarse por ello. ‘Back To Black’, definitivamente la lanzo a los brazos de la fama para iniciar con ella una relación sentimental verdaderamente intensa. Y es que, en el mismo álbum, ella ya advierte de la delicadeza y los engranajes del amor con ‘Love Is a Losing Game’.
‘Back to Black’ el legado musical de Amy Winehouse vía Amazon
Amy es recordada por ese ‘Rehab’ al cual no quería ir y una estética que se sale de lo visto en la época. En ‘Frank’, su primer álbum lanzado en 2003, ya dejaba entrever que no solo era verdadera por sus letras, sino también por su presencia. Sus estilismos eran la combinación precisa entre retro y modernidad. Una receta que contaba con unos toques propios de las pin up girls y con muchos de los ingredientes de la moda femenina de los años 50.
Vestidos coloridos y con estampados, cinturones para acentuar cintura, escotes, cintas o pañuelos en el pelo y una ropa interior de encaje que muy a menudo asomaba. Todo ello, combinado con tatuajes, labios vistosos y un eyeliner grueso y largo para conseguir una fusión entre vintage y actualidad. Sin embargo, la dualidad de Winehouse hacía que los shorts tejanos y las camisetas de tirantes también encajaran en su catálogo.
A día de hoy, Winehouse ha inspirado a diseñadores y generaciones posteriores, tanto musicalmente, como en el ámbito de la moda. Valorada como un icono de los géneros Jazz, R&B, Soul o hasta Hip Hop, la artista es recordada como el tipo de estrella del rock que fue: Un Ídolo de masas con un arte innato, pero con una vida veloz y una muerte joven. De ella se ha hablado, se sigue hablando y se va a hablar, y en su hemeroteca personal, aquella que acerca al público las intimidades de la artista, se encuentran títulos que valen la pena guardar, esta es nuestra recomendación.
“No soy una chica que quiera ser una estrella, solo quiero cantar” de esta manera, el documental, que tiene más de película que de documental, hace un recorrido por la vida de la artista, profundizando en los distintos aspectos de la artista. Desde la calidez de su música a sus tormentos personales. Una cinta que se estrenaba en 2015 y que se encuentra disponible en Disney+.
Dionne Bromfield fue la ahijada de la artista británica y en esta ocasión es ella la encargada de acercar a todo aquel quien quiera la figura de la artista. A través de los ojos de la joven se brinda la oportunidad de conocer y comprender la música, la ternura y el carácter de Winehouse.
De Amy para su público. Un documental estrenado en 2007 que sigue, conversa y relata el día a día de la artista. Tanto detrás de focos, como en concierto, Winehouse se presenta tal y como es, de la manera más auténtica. Desde sus sensaciones frente a premios, hasta las preparaciones previas a los conciertos junto a su equipo.
Un relato íntimo de la artista, desde sus inicios hasta el efecto que causo su muerte en aquellos que la querían, pasando por la llegada a lo más alto de la industria musical. En formato documental, la cinta recorre los demonios internos de la cantante y como estos la inspiraron en sus letras.
Mariona Tijeras @marionatijeras
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