La cultura alternativa triunfa ante la necesidad de encontrar algo diferente

El arte underground y la contracultura ham experimentado un cambio en los últimos años rompiendo barreras. Su rebeldía los han infiltrando en tendencias globales desafiando normas. Su creciente aceptación  ha fomentado nuevos artistas. De este modo, está cambiando la forma en que la gente consume arte, aportando autenticidad en un mundo convencional.

Gucci Pre-Fall 2017 Campaign vía Fucking Young

Con la globalización y la ayuda de las redes sociales se han roto barreras, se ha creado un mercado único. Con ellos, un consumo homogéneo, con ciertos rasgos ideológicos, en mensajes subliminales y un relato hegemónico. En las últimas décadas, desde los inicios de lo 2000, con modas globales y tendencias que, en cierto modo, se han impuesto a lo personal y a la riqueza de lo plural, ha sido difícil encontrar un hueco a lo diferente.

El siglo XXI trajo consigo nuevos caminos, pero, al parecer, seguían habiendo barreras para minorías, las que destacan por gustos diferentes. Se borró del panorama artístico a los que se les denominaban alternativos, a los propietarios de lo la cultura underground.

Vía Pinterest

Lo underground son aquellos movimientos contraculturales, ajenos a la mayoría. Es un término que se ha utilizado para referirse al arte marginal, que, normalmente, se ha hecho para reivindicarse. Desde la generación beat con su literatura de los años 50 hasta el hip hop estadounidense, pasando por la cultura hippie o la famosa movida madrileña.

Con el paso del tiempo, cada manifestación artística se ha hecho su hueco o, tal vez, las élites consumidoras se han aprovechado de ello cuando lo mainstream deja de funcionar. Entonces, el arte underground deja de serlo. También deja de estar en manos de los suyos, a quienes no se les reconoce.

Durante los últimos años, rompiendo con la tendencia de la anterior década, sentimos la necesidad de alimentarnos de algo diferente. Podemos considerar que en 2023 hay algo que suscita más interés que un relato hegemónico. Unos años de rebeldía, con consciencia política, porque es algo más allá que una canción, vestimenta o una obra teatral. Es el momento que hemos encontrado para hacer saber al mundo que existen muchas maneras de expresar lo que sentimos a través del arte, algo que rompe con cañones de belleza y de lo relativo a lo estético.

Gucci Pre-Fall 2017 Campaign vía Fucking Young

La cultura de la música, la cinematográfica e incluso la moda se han permitido el lujo de experimentar, porque el público ha entendido que hay algo más que la estética. Ante el arte todo el mundo ha sentido la necesidad de sentirse representado, de encontrar referentes. Esto lo ha permitido lo que se ha considerado toda la vida underground, porque era algo que no mostraba solo la realidad de la multitud.

Gucci Pre-Fall 2017 Campaign vía Fucking Young

Entonces consideramos que la cultura alternativa está cruzando los limites, que lo mainstream está acogiendo el arte que hasta ahora ha sido marginado. Existe el miedo de que el consumo masivo lo convierta todo en homogéneo, que lo arrebate de sus orígenes. La duda ahora es: ¿hasta qué punto dejará de ser alternativo? Es el momento para permitir que convivan tantos movimientos artísticos como artistas y culturas, sin marginar ni destrozar creaciones. Es hora de explotar la originalidad, de sacar referentes y de dar hueco a quienes nunca o han tenido.

Marc Di Tecco @marcditm