Death Grips vía The Bottom Line
El caos tiene su encanto. Toda vorágine tiene su qué. Y en la música actual, hay un estruendo que tiene nombre y apellido: Death Grips. Les llaman la banda de Hip Hop experimental, sin embargo, clasificarlos bajo un género es imposible. ¿Punk Rock? ¿Digital Hardcore?, o mejor, ¿música industrial? Son todos ellos y a la vez ninguno, y por ello enganchan.
Un año más, el Primavera Sound vuelve a estar a sus pies. Ya sea en Barcelona o en Madrid, la banda formada por el rapero MC Ride (originalmente llamado Stefan Burnett), el batería Zach Hill y el teclista Andy Morin saben cómo reproducir en cada directo esa especie de ira y lírica transgresora que en 2010 surgió en Sacramento. El primer álbum, ‘Exmilitary’, fue el motivo de que millones de ojos y oídos se posaran en el grupo, eran una intensa rabia mezclada con un abanico de sonidos tan amplio y aparentemente desorganizado, que sedució a crítica y público.
Cinco años han pasado desde su último álbum, ‘Year Of The Snitch’, y es cierto, en 2022 publicaron el EP ‘Live From Death Valley’, pero se puede decir que llevan tiempo en calma. “Como si fueran una bestia hibernando para coger fuerzas” dice el Primavera Sound, ojalá. Son ese tipo de artistas que ha encontrado en la música su desahogo personal, social y político, estirando la música hasta los límites. Rompiendo lo establecido, se hacen hueco en esa llamada contracultura.
Rimas intensas, versos aplastantes y una narrativa con intención, pero con el Hip hop como unión. Death Grips son la vanguardia musical que juega y amasa el sonido de distintos géneros hasta generar una especie de angustia, esa que a tantos encandila. Son las ‘garras mortales’, ellos mismos se nombran. Si hay un CD que mejor los define, aparte del primero ‘The Money Store’, ese es su quinto álbum de estudio ‘Bottomless Pit’: agresividad y puro caos.
La crítica los destaca por ser unos de esos grupos capaces de salirse de las líneas sonoras, posicionándolos entre los más relevantes de la década. A pesar de contar con gran número de público que los venera, escapan del mainstream. Algo que les va cómo anillo al dedo. Sin embargo, de entre esos seguidores´también han servido de inspiración a David Bowie, para ‘Blackstar’; Björk o Kanye West, en ‘Yeezus’.
Es por eso que cuando se trata de definir a Death Grips, llamarlos Hip Hop Experimental es correcto. Y es que son el tanteo de la música actual, lo bizarro, la pesadilla y el estruendo transformado en admiración.
Mariona Tijeras @marionatijeras
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