“The bloom” fue una explosión de tul negro y tonos pastel que creaba una curiosa dicotomía de colores. Repleta de siluetas triangulares y volúmenes, creó también una propuesta casi onírica, con una atmósfera etérea y soñadora, casi de reino de fantasía. 

Esta dualidad representa tanto la luz como la oscuridad, la esperanza y la penumbra. Una reflexión muy acertada en los tiempos que corren y que hace imperar la creencia de que la luz siempre puede encontrarse, incluso en los momentos más sombríos. Una 080 muy entregada ovacionó a Reveligion y a la laureada diseñadora en una cálida despedida de la que es ya prácticamente su casa.