Reconocido a nivel mundial, el Sónar ya se ha convertido en uno de los referentes de la música electrónica y experimental. Y es que, no es para menos… Desde música experimental hasta ritmos más familiares, el festival que ocurre en la ciudad de Barcelona acaba por encantar, o más bien deberíamos decir hechizar, a los miles de personas que acoge.
Durante tres días, disfrutamos de artistas como Little Simz, Bicep, Aphex Twin, Samantha Hudson… una propuesta redonda para la 30ª edición.
Si hay algo que hace bien el Sónar es mezclar y demostrar a la perfección las sinergias entre arte, digitalización, innovación y música. Podríamos decir que más que un festival de música… es una experiencia para descubrir y dejarnos sorprender.
Hablamos por supuesto de actuaciones como las de Eric Prydz, donde el componente visual juega un papel en el espectáculo que acompaña a la música como pocas veces hemos visto. Pero también hablamos de cómo en el mismo espacio conviven la música electrónica con artistas donde la voz es lo predominante, como sería el caso de La Zowi o Bad Gyal.
El Sónar presenta una propuesta sólida y firme donde, a pesar de estar separados en Sónar Day y Sónar Night, dos recintos diferentes, encontramos una conexión en cada actividad que se presenta. Todo está más que hilado.
Mención especial a el apartado de innovación creativa y tecnológica donde la música y la innovación se juntaban. Puesto en el Sónar Day y a modo de juegos, la gente podía interactuar con distintos proyectos donde artistas y visitantes se sumergían. Pero no solo eso, el Sónar también contó con charlas, taller y exposiciones. Detalles que hacen del festival una comunidad.
Podríamos decir que se trata de una experiencia multisensorial, un encuentro creativo, un laboratorio de experimentación… Sea lo que sea, está claro que el Sónar siempre es una apuesta segura.
Silvia Fernández @siilviafernandez
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