S. F. – ¿Existe algún referente de esta movida que os haya aunado a los tres?
Elinor – Ella y yo de Don Omar jajaj
Adrián – La verdad que sí, es de mis temas favoritos de la historia.
Salvi – En verdad el que aúna bastante a los tres a nivel musical creo que soy yo, soy como el puente. Porque Adri y yo somos muy frikis de nuestra movida de electrónica y estamos siempre ahí mirando movidas undergrounds, música de europa del este, cosas más de frikis. Pero luego a mi también me molan movidas que a Eli también le gustan, música indie-estadounidense, reggaeton por supuesto, latineo…
S. F. – Al vincularlos al neo-bakala, también hacéis una declaración de intenciones, no deja de ser una música asociada muchas veces a una rebeldía y reivindicación. En vuestras letras se puede avistar un claro mensaje político, de hastío e inconformidad hacia la sociedad. Creéis que ahora, que el grupo empieza a resonar bastante y el sistema se pone de vuestro lado en cierta manera, ¿vais a seguir manteniendo esta mirada de inconformidad ?
Elinor – Tiene trampa, porque parece que de repente nos va genial y somos super stars, que por fin ‘podemos vivir de nuestro sueño’. Y, evidentemente estamos super agradecidos por lo bueno, por supuesto, pero no tenemos la vida solucionada. La cuestión es que al ir dando más bolos y tener más oyentes, nuestro caché va subiendo. Y cuanto más sube, más suben los gastos. O sea que no dejemos de estar en supervivencia.
Salvi – También la peña parece estar esperando a que te desclases un poco enseguida que te empieza a ir mejor, como si tuviéramos que demostrar cuánto de leal es nuestro discurso. Personalmente, creo que por mucho que mañana me hiciera rico, quizás me equivoco, pero no creo que cambiase mi discurso, no voy a dejar de ser consciente de la realidad que me rodea, una realidad que hay que dinamitar por todos lados.
Adrian – Sí, yo no voy a dejar de ser un chaval de Móstoles que ha sido educado en una serie de valores y en una serie de circunstancias que van a estar en mi siempre. Por mucho que cambien mis circunstancias, yo sé cuales son las de cualquier chaval de mi barrio. Y, aunque estemos contentos de estar aquí, a día de hoy seguimos tragando miseria.
Salvi – Exactamente, la industria de la música no deja de estar sujeta a unos esquemas capitalistas, con todo lo que conlleva.
S. F. – Hablemos de vuestro álbum ‘Turboviolencia’, ¿qué ha marcado la diferencia respecto a los anteriores de Trippin You?
Adrián – La diferencia la verdad es que tuvimos suerte. Y esto es raro, pero fue por la pandemia, gracias a ella tuvimos el tiempo necesario para elaborar bien este disco, lo cual fue fundamental. Otro punto que marcó la diferencia fue la profesionalidad. Hemos contado con un productor externo, un ingeniero de sonido… Todo esto sumado al respaldo con el ya empezábamos a contar ha sido clave. Hay mucho curro y gracias a eso hemos conseguido conectar con la peña.