M. T. – Entre estas inspiraciones que has tenido, ¿ha habido alguna que te haya marcado y que en consecuencia se vea reflejada en el single o el álbum?
G. – Sí. Por ejemplo, Yael G ha estado muy presente; Sega Bodega, que es increíble… O sea, mayoritariamente gente extranjera. Pink Panthers también me encantan. Pero después tengo muchísimas inspiraciones de gente “pequeñita” que de repente tiene una canción de medio millón de escuchas y después ya no tiene nada o gente que no llega ni a 20.000 oyentes.
M. T. – Además, es ‘Un llavero’ mezcla melodías optimista con una letra que nos habla sobre las rupturas amorosas. ¿Cómo ha sido hacer este contraste?
G. – Por un lado, al final, el sonido son dobles tiempos y he intentado hacer todas las cantinas un poco más rápidas de cara al directo. Que la gente pueda bailar un poco en los conciertos y que esté todo un poco más arriba. Entonces, hay de todo en el disco, pero esa es la tónica general.
Por otro lado, creo que las letras conectan mucho con la gente y con sus sentimientos cuando lo llevas desde un punto de vista… Riéndote un poco de ti misma, desde el humor y el cinismo, cosa que siempre me ha salido un poco. (sonríe) Es decir, para contar un desamor, puedes contarlo como tal, pero si le das un tono que también tenga en cuenta lo patético que es sentirte así y desde un punto de vista misericordioso, entonces me hace gracia.
M. T. – Justo en la letra, hay un pedacito, el mismo que le da título al single, que dices: “Me duele estar en el mismo lugar donde te compro un llavero tan feo que me cuesta creer que esa cosa valiera un dinero”. Dos cosas que al fin y al cabo son muy recurrentes a la hora de intentar superar una ruptura: un lugar y un objeto que nos recuerda a alguien, y que además llevamos a todas partes. ¿Cómo te vino esa referencia?
G. – (Risas) Suelto ideas que a mí me hacen gracia y como yo me siento identificada con mis tonterías, espero que alguien más se sienta así. O sea, podía haber hablado de un llavero o de alguna otra cosa, pero me parece algo tan tonto y tan fácil de que sea feo, que al final me gusta hablar de algo simple. Además, es la típica ‘mierda’ de regalo (risas) que hace que hablar de algo tan doloroso pueda convertirse en algo que no tengamos que tomarnos tan en serio.
M. T. – Eso sí, si nos tenemos que poner un poco intensas… En varias ocasiones tu música nos habla de amor. ¿Es el amor lo que te mueve a hacer música?
G. – Pues, mira, estaba pensando justo en una canción del show que seguramente sea otro single para más adelante, que no tiene nada que ver con nada.
Pero yo creo que el amor es una cosa tan fácil sobre la que te salgan canciones, porqué es muy importante.. Bueno, es lo más importante. Ya no hablo solo del amor romántico, si no hablo de toda clase de las relaciones humanas. Entonces, creo que de forma natural me sale más hablar de amor, pero no tiene por qué.