La GenZ tiene una vision diferente del lujo: los pequeños placeres diarios

El concepto y sobre todo la manera en la que consumimos el lujo está experimentando una transformación radical. A lo largo de la historia, los productos y experiencias de estatus se han definido por su rareza y exclusividad. Sin embargo, hemos experimentado la democratización de este mismo y las marcas recurrieron al espectáculo para generar deseo no solo entre las altas esferas. 

genz lujo

Hoy en día con las redes sociales esto se traduce a las asociaciones con celebridades, eventos exclusivos de marca y diseños de productos maximalistas fuera de este mundo. En este contexto, la atención se ha convertido en la piedra angular del estilo de vida de lujo, siendo la exhibición de objetos la principal forma de señalar riqueza.

Si bien las redes sociales inicialmente potenciaron este modelo, también lo están llevando a cierta saturación. En la difícil situación económica actual y los estilos de vida cada vez más digitales, las experiencias y productos diseñados para el consumo online están perdiendo valor. Por el contrario, los pequeños placeres del día a día en la vida real está alcanzando nuevos niveles. De hecho, está surgiendo un nuevo tipo de lujo, o la manera en la que lo percibimos.

Tanto es así que hasta los supermercados son sinónimo de moda y lujo. Un clarísimo ejemplo es Erewhon, la tienda ecológica de California que tiene una lista de 9 meses de espera para las colaboraciones. Los contenidos de la GenZ están dejando de lado los lujosos vídeos de unboxing en favor de la comida de primera calidad, ya que los pequeños placeres cotidianos cautivan al público online. Erewhon se está convirtiendo en un ganador en este espacio, con sus productos de sello celebrities como los batidos de 20$ de Hailey Bieber o Sofia Richie que generan millones de visitas, dando lugar a tendecias en redes sociales como #Erewhonhaul, con miles de vídeos en TikTok.

La comida y la bebida siguen siendo un símbolo de estatus para algunos miembros de la Generación Z y las marcas de lujo están tomando nota. Coach acaba de abrir su primer restaurante, uniéndose al creciente grupo de marcas de lujo que están ampliando su alcance aprovechando la ola de interés por las experiencias culinarias. Balenciaga, en uno de sus últimos desfiles en Los Ángeles colaboró con Erewhon tanto para el runway, con bolsos que imitaban las bolsas de compra del supermecado como con una bebida negra de la marca. 

Balenciaga x Erewhon via Tapas Magazine

El acto de autoindulgencia está evolucionando hacia la búsqueda de ofertas locales y placeres casuales. Esto ha llevado a un aumento en las pequeñas compras en los sectores de alimentos, bienestar y cuidado personal. De hecho, los analistas de Deloitte han observado que los consumidores se están alejando de los productos de alta gama con precios de 2000$ o más, optando en cambio por artículos de ‘Lujo Práctico’ para uso diario.

La vida diaria está siendo romantizada en Internet, con placeres más simples como dar un paseo, preparar una receta, comprar flores o tomar un café para llevar. Una encuesta reciente de jóvenes de Vice apoya esto, mostrando que el 71% de la Generación Z afirma que la vida está moldeada por los pequeños momentos espontáneos, siendo la felicidad el primer marcador de éxito.

En el mundo visual, estamos viendo una demanda de imágenes que muestran autenticidad, inclusividad y satisfacción personal sobre los símbolos tradicionales de riqueza. Desde la comida convirtiéndose en moda, según apunta Vogue en su artículo To GenZ food is the new luxury, hasta las publicaciones diarias tomando el control de los editoriales, y el diseño gráfico hecho a mano, el lujo práctico está redefiniendo el lujo hacia la valoración de lo genuino y lo accesible sobre lo grandioso.

Javi Lara @_javilara