Harmony Korine, legado en una generación presente

La inevitable y siempre bien recibida vuelta de los 90’s y los principios de los 2000 ha traído más de una tendencia que, sin quererlo, se ha convertido en un lifestyle en sí mismo y lo que se pudo percibir como algo pasajero ha acabado instalándose en nuestras vidas. 

Desde el Skate, hasta el uso de las cámaras analogicas, pasando por el uso de las Sony de mano… la vuelta del hip hop, la rave, el pop más puro (que se lo digan a Charli Xcx) y la estética fresca y retro que parece recién salida de una película indie o los primeros vídeos de Melanie C, Robyn, Ciara o Pink han marcado los años posteriores a la pandemia al igual que sus iconos.

Y es que, como bien dijo Vogue hace unos meses, la estética TUMBLR ha llegado para quedarse y con ello sus referencias y representantes. Por esto no es de extrañar que Julia Fox o Hunter Schafer se hayan convertido en las representantes de este new edge. Pero toda estética necesitaba ser vestida y documentada y quien mejor que uno de los guionistas (su nombre está tan ligado a los 90’s como el de su compañero Larry Clark) y directores que marcó los 90’s y los primeros 2000. El gamberro y grandilocuente Harmony Korine, que vive ahora su segunda gran gloria, fotografiando campañas para Supreme, o viendo cómo su joya The Beach Bum llega por fin a nuestro disfrute tras dos años de pandemia y problemas de distribución, dándole una oportunidad a esta pieza hedonista que se entiende mucho mejor ahora que si se hubiese visto en 2020.

Se convertirse en una celebración a la vida y la estética que tanto marcó con piezas icónicas como, la icónica y a la vez odiada, Spring Breakers, la película que logró por fin quitarle el carné Disney a Vanessa Hudgens, y a la, adorada, Selena Gómez. 

Sin embargo esta revisión de su trabajo hace que nos plantemos su vuelta como la deconstrucción de la visión moderna aunque con un toque “machista” y sexualizada de la mujer. Y no nos equivoquemos, es un retrato inequívoco de la sociedad, ¿pero está preparado el 2022 para la vuelta de estos valores sin un ojo crítico? Conocidos son los problemas de su compañero Larry con la estrella del underground Chloe Sevigny. Sin embargo, esta se convertiría en pareja del director y nos traería alguna de las imágenes más icónicas de los 90’s además de ser la actriz principal en la película más especial y única del director para muchos. Gummo es una obra de culto para los círculos más modernos. Un retrato y crítica de la América profunda, que tanto marcó su estil. Una especie de Euphoria reckner convertida en pieza inolvidable, con escenas brillantes y a la vez incómodas en un ejemplo de cine experimental que marcó y sigue marcando épocas.

La visión del director y artista es tan fuerte que nunca ha dejado de estar presente, si bien, desde Spring Breakers, protagonizada por su pareja Rachel Korine, en 2012 el autor mantuvo un perfil más bajo, hasta su vuelta a la escena que llegó en 2019 con la cinta protagonizada por Matthew McConaughey, Isla Fisher (uno de los mejores personajes femeninos, si no el mejor que ha escrito en su carrera), Snoop Dog y Zack Efron, que se puede ver actualmente en Filmin, y las campañas que firmó para el Gucci de Alessandro Michelle

Ahora el reciente éxito de series como la ya nombrada Euphoria, o la cancelada Genera+ion, nos han vuelto a traer la necesidad de retratar un momento y una generación. Quién mejor que él para ello. El niño malo y gamberro de la moda que aunque está lleno de clichés (drogas, dinero, pandillas) ofrece imágenes icónicas. Pese a esto, se puede mantener una mirada crítica ante los valores tan old-school del creador y reconocer al mismo tiempo la innegable la fuerza de sus imágenes. Y es que Julia Fox vestida de azafata para SUPREME NEW YORK, ya forma parte del legado del director en el presente. 

Charlie Cole @charlienarcotic