Dua Lipa, uno de los grandes nombres del festival, deleitó con un show increíble el primer día. Continueando con su gira de verano por el lanzamiento de su tercer álbum Radical Optimism, el espectáculo fue idéntico al que dio en Glastonbury unos días antes. El innegable amor de la cantante hacia España se vio devuelto en lo que fue uno de los conciertos más esperados de la edición. Desde el inicio, con su potente “Training Season”, la cantante angloalbanesa mostró una gran evolución en su performance, acompañada de una vibrante coreografía y un impresionante juego de luces y visuales. El público, entregado desde el primer momento, cantó y bailó al ritmo de hits como “One Kiss”, “Levitating” y “New Rules”, demostrando que su música tiene una innegable energía. Cerrando con el hit y su icónica coreografía de Houdini, convirtió el festival en una fiesta.

Pearl Jam, con su reciente álbum Dark Matter en mente, nos llevó a través de su carrera de casi 35 años, tocando éxitos como “Corduroy”, “Do The Evolution” y “Even Flow”. El espectáculo se sintió como una verdadera celebración de comunidad, con la multitud coreando “Black”, la euforia de “Alive” y hasta cantando “feliz cumpleaños” a los hermanos de Eddie, haciendo que la esencia de Seattle se sintiera en Madrid esa noche. La conexión entre la banda y el público culminó con “Rockin’ In The Free World” y “Yellow Ledbetter”, dejando claro que no pasará mucho tiempo antes de que vuelvan a encabezar el festival. Cerrando el segundo día del jueves por todo lo alto. 

Fuera de los cabezas de cartel, el cantante y compositor británico Michael Kiwanuka ofreció una actuación llena de soul antes del atardecer. Nia Archives, desde Leeds, trajo breakbeats mezclados con himnos melódicos de drum’n’bass, mientras la veterana del pop Jessie Ware se abrió camino entre sus éxitos disco, todo el tiempo girando una serpiente fálica alrededor de su cabeza.