Maria Blaya: "Si tienes un trabajo constante, es infalible que no funcione"

La artista murciana nos destapa su primer disco ‘GRANDE’, que tocará en directo el viernes 23 de febrero en la sala Changó de Madrid.

Maria Blaya - Grande

Maria Blaya estrena ‘GRANDE’, su primer disco. 

En dos años y medio se puede redescubrir una ciudad, nutrirse de gente nueva y convertirlos en amigos, estar muy mal y estar muy bien, madurar, ir de la mano con tu familia (ya sea hermana, prima o madre), adentrarse de lleno en la industria musical, enamorarse, componer, producir, trabajar duro y darse cuenta de que en realidad, aquello que en algún momento nos ha preocupado intensamente, al fin y al cabo, no es tan importante.

En dos años y medio se pueden agrupar todas estas sensaciones y plasmarlas en 13 canciones. Así lo ha hecho la artista murciana Maria Blaya en su primer disco, ‘GRANDE’, y junto a Sonido Muchacho. Un repertorio que tocará el próximo viernes 23 de febrero en la Sala Changó de Madrid y que forma parte de la programación de Ochoymedio.

Dos años y medio convertidos en 38 minutos en el que nos recuerda y se da cuenta de que realmente nada es tan relevante, que todo es más simple, más pequeño, que lo verdaderamente grande es ella. Desde revista revista hablamos con Maria Blaya de su primer álbum y mucho más. 

Maria Blaya - Grande

Mariona Tijeras – A puntito de sacar ‘GRANDE’, ¿cómo estás?

Maria Blaya – Estoy súper nerviosa porque es el primer disco que saco y además, lleva muchísimo trabajo detrás desde hace un montón de tiempo. Sin saber que eran para el disco, empecé las primeras canciones hace dos años y medio.

M. T. – Eso sí que es tiempo. Muchas cosas pueden pasar en este período. 

M. B. – La canción ‘ Ruptura’, la hice con un par de melodías, composición y creo que es la más antigua de todas, mientras que las demás son más nuevas. Al haber firmado el disco con Sonido Muchacho y ser una cosa más profesional, pues obviamente depende de más gente, hay más filtro y se necesita un poco más de tiempo porque las canciones están más cuidadas.

Tiene tanto trabajo, tanto amor y tanto detalle junto a los coproductores, Anxo Ferreira y Manu Blanco…Que sí, estoy nerviosa, pero sé que son nervios buenos. Esos que se te van a la barriga, un poco como los de estar enamorada. Confío muchísimo en el proyecto y por eso creo que estoy súper mal, pero estoy mal de bien. (risas)

M. T. – Sí, total. El ‘Crying in a cool way’. ¿Cómo ha sido pasar de producir un álbum como ‘Silencio’ (2020) a hacerlo junto a Anxo Ferreira y Manu Blanco?

M. B. – Literalmente ha sido un golpe de suerte, porque me han entendido desde el primer momento. Primero como persona, que es súper importante, y luego como artista. Todo para poder comprender primero cómo yo trabajo y cómo siento la música.

No sé si a todo el mundo, creo que no, pero tengo amigos que se han topado en el estudio con gente o productores que no terminan de encajar y que no son como ellos, fieles al 100%. Aquí en España, hay muchos productores que tiran más a su estilo, a su técnica, a sus cosas… Mientras que en ‘GRANDE’, al ser productora de todo, Anxo y Manu han pillado ese concepto mi manera de trabajar. Los tres trabajamos los proyectos con el mismo tipo de amor y por eso nos hemos entendido perfectamente.

M. T. – Y entre tanto cariño en este proyecto, ¿qué pedacito de Maria nos encontramos en el álbum? ¿qué nos cuentas en ‘GRANDE’?

M. B. – Como son de dos años y medio para acá son cosas que a mí me han pasado en muchas situaciones, y por eso no es algo muy concreto. Son sensaciones de situaciones y cómo yo las he gestionado. Hay algunas canciones en las que la letra es súper directa porque es una cosa concreta, mientras que hay otras que son hablar de un sentimiento. Creo que es el primer proyecto real, real. Un real que significa que es una parte mía, dentro de mi mente y de mi corazón.

M. T. – ¿Y en estas 12 canciones una narrativa a seguir? Un orden concreto.

M. B. – Pues creo que no. Obviamente, el disco tiene una forma en concreto y está posicionado del 0 al 13, que yo le digo del 0 al 13 porque para mí la intro es una mini canción.

‘GRANDE’ está pensado más para que si te lo quieres poner de arriba a abajo, cuando le das al play, te dé un poco la experiencia de subida y bajada. Aun así, si te lo pones aleatorio también está bien, porque cada canción es de su padre y su madre, aunque todo va homogéneo.

M. T. – Funciona de ambas maneras, pues.

M. B. – Literal. Si hablo de la madurez, no es primero soy infantil, luego hago tal, después maduro y finalmente acabo de tal forma. Lo que sí qué pasa es que el disco empieza con la intro de ‘Nadie mavisao’, que habla sobre la idea de que que nadie me ha avisado de lo que venía detrás, nadie me ha avisado de todo este mundito (a parte de mundo de la música), de lo que conlleva Madrid, todo tipo de faranduleos, las experiencias nuevas que vives, conoces a Madrid, conoces a gente… Es el conjunto para decir que ‘Nadie mavisao’ de todo eso que me iba a pasar ahora y que se traslada durante todo el disco.

M. T. – Entonces hay un punto de partida y de ahí para adelante, ¿no?

M B. – Total. La última canción, ‘5 minutos más’, también es significativa y sale mi madre hablando. Al principio de año, pasé una etapa oscurita: de no querer levantarme de la cama, muy desanimada…. Ahora estoy fenomenal (sonríe). En ese momento le pedí un audio a mi madre para ponerme yo por la mañana al despertarme y cuando lo recibí dije “me cuadra perfecto”.

Entonces, reflejado en el álbum, es un principio con ‘Nadie mavisao’, en el que todo pasa, se enreda. Y un final, con el track ‘5 minutos más junto’ que lo tiene todo: la voz de mi madre y un estribillo muy inspiracional y muy motivador. Dice que nada en realidad es tan importante. Es decir, que en realidad, todo lo que cuento atrás se nos hace pequeño. Yo soy la ‘GRANDE’. El concepto del disco.

M. T. – Totalmente reflejado. Sí, hay que relativizar…

M. B. – Sí, Sí. Todo son tonterías, niñatadas. En realidad nada es importante. Eres simplemente tú y ya está.

M. T. – También es un álbum que sale en pleno otoño, estación asociada a la melancolía. Además, hace unos meses, en tus redes publicabas “living agosto esperando septiembre para música nueva”. ¿’GRANDE’ es un álbum para esta época del año?

M. B. – Yo no había caído en eso, fue el equipo de Sonido Muchacho cuando hicimos el Listening Party, después de haber sacado el primer single, ‘Daño’, en junio. En principio, el disco iba a salir mucho antes, pero quería que quedara perfecto y se necesita trabajo y tiempo. Tenía una especie de prisa, pero en realidad no hay que tenerla con estas cosas. Fue cuando Luis de Sonido Muchacho y Cris, tras el primer lanzamiento me dijeron: “Este disco es otoñal total. Tiene que ser para la vuelta de vacaciones, para octubre, noviembre” Y al final pues sale el 24.

M. T. – Totalmente otoñal. Ya sea por sus letras, como por su sonido, un sonido que se te ha descrito como accesible y sofisticado al mismo tiempo. ¿Cómo lo haces?

M . B. – Antes, cuando sacaba música, muchas personas y las revistas me decían que era música de orfebrería. Aprendí la palabra ahí. Es algo muy cuidado, como una joya.

M. T. – Totalmente así.

M. B. – Obviamente, comparando lo de antes a lo de ahora, para mí esto es mucho más cuidado, mucho más detallista y a nivel producción todo tiene su sitio y es por algo. Si te lo escuchas con casco… todo te mueve. (sonríe)

M. T. Los cascos… otro mundo. Te los pones y te quedás ahí sumergida. Y en todo este sonido, ¿bebes de algún referente?

M . B. – Lo que te hace muy especial es tu sonido y como referencia de artista concreta no tengo ninguna. Simplemente escucho la música que me gusta, pero a veces peco de escuchar la misma, y entonces, inevitablemente te sientas en el estudio y sin querer haces eso. Pero me doy cuenta y digo, pasos atrás.

No quiero ni copiar el estilo de nadie, ni los detalles de producción a la hora de colocar X en un sitio en concreto… Sino que busco referencias de géneros, de hecho, ahora mismo estoy en busca de nuevos que no conozca. Es decir, géneros que siempre han estado pero que sean más antiguos.

M. T. – ¿Indagar y experimentar?

M. B. – Sí. Ahora hay masificación de canciones de X géneros que han evolucionado y es justo ahí donde pecas, en ver lo último que han hecho. Así que creo que se debería ir más atrás y a raíz de eso, sumándole tus gustos, transformar lo que tú quieras… Experimentar.

M. T. – En esta búsqueda antes has hablado de Madrid y ya llevas unos años afincada en la ciudad. En distintos ámbitos, sobre todo en el artístico, a veces, el centralizar se lleva una carga más negativa. Sin embargo, para alguien que quiera dedicarse a la música y esté empezando, Madrid es ese sitio donde debe ir?

M . B. – Solo puedo hablar por mi experiencia y sé que si me hubiese quedado en Murcia no hubiese experimentado con nada de nada. Porque la gente que me ha inspirado y me ha motivado a hacer cosas nuevas son mis amigos desde que llegué a Madrid. No es que sea Madrid, sino el irte tú a un sitio desconocido, conocer gente nueva. Como si es Barcelona o Valencia. Es el hecho de estar en un sitio nuevo, tener experiencias nuevas, amigos nuevos y sobre todo, como se dice “ Dios los crea y ellos se juntan” (risas)

M. T. – Conjunto de sinergias.

M. B. – Sí, sí. No creo que sea centralizar Madrid, sino que Madrid es lo más fácil. Ahora es la capital de prácticamente todo.

Maria Blaya

M. T. – Entre estas nuevas amistades y formas de trabajar también te has encontrado con ‘Take a Nap’, con quien has creado la portada, los videoclips de ‘GRANDE’ y la estética del álbum. ¿Cómo ha sido?

M . B. – A nivel visual y creativo lo vimos prácticamente todo juntos: Portada, ideas de los videoclips, referencias de colores, referencias de transiciones… Se venían a mi casa a tomar una cerveza o un café y después de hablar jugábamos al Switch. Siempre ha sido desde la humildad y nada frío, nada…

M. T. Muy cercano todo…

M. B. – Simplemente, un día me senté, les conté la historia de todo el disco, me ayudaron a buscar un concepto visual de por dónde llevar todo y especialmente buscar el nombre del disco, que al final nos calentamos un montón con esto. Lo que han hecho, lo que hemos hecho y lo que hemos trabajado juntos es precioso. Pillaron el tema de que todo fuera más oscuro, más enrevesado y lo plasmaron.

M . T. – Se ve bien reflejado en los videoclips también.

M. B. – A ellos les encanta experimentar con los tipos de planos y las historias. Entonces, los tres videoclips tienen un hilo: En este caso es la niña, que habla de ese momento infantil con Daniela, la actriz, que hace de mí de pequeña; luego se pasa a la mujer mayor. En el tema ‘Grande’, aparecen unas maletas y en ‘Daño’ el arco, luego sale plasmado con las flechas del oso. Todo está hilado, todo tiene sentido.

M. T. – Que bueno que os hayáis podido entender fácil.

M. B. – Sí. Lo creamos todo juntos. He tenido suerte.. No sé si es porque somos más o menos de la misma generación y tenemos las mismas referencias o gustos, pero ha sido muy ‘easy’ trabajar con ellos a nivel de ideas creativas y demás.

M. T. – En los conciertos supongo que también se verá plasmado este concepto, porque okei, nervios para que salga el álbum, pero ¿ganas de tocar ‘GRANDE’ en directo?

M. B. – Muchísimas ganas. Estoy que me muero. Estoy tan impaciente, que no puedo más. (risas) Todos los chicos que están en mi banda, que son amigos míos, también. Los conciertos los hago con Javi Carreño, que tiene su propio proyecto y que es el guitarrista de mi banda también. Con él ya hice el directo del EP de Silencio y fue increíble.

M. T. – ¿Los dos juntos y con más músicos?

M. B. – Javi Carreño y yo lo pensamos y lo hacemos de la mano, pero también llevo banda: pianista, guitarrista, bajista, teclista y voz. Luego tiro pistas y demás. Estoy buscando que sea dinámico, porque tengo un poco de trauma con eso, por así decirlo. Las canciones del primer EP ‘Silencio’ eran mucho más corta vena, más tristes y con una directo que después del COVID la gente estaba sentada. Entonces, lo que tuve que hacer con eso fue adaptarlo a más banda para que fuera diferente. Respetando la canción original, pero añadiéndoles una vuelta para que de repente la gente estuviera saltando.

M. T. – Uau. Un reto readaptarlas de esta manera.

M.B. – Sí. Pues algo parecido quiero hacer esta vez. Algo mucho más trabajado, con mucha más gente, que suene increíble y que tenga mucho mimo. En escenografía también voy a intentar llevar todo lo que tenga sentido con todos los vídeos que han salido para que también se reconozca eso. Ah claro, y peluches, muchos peluches también. (risas)

M. T. – ¿Hay alguna canción que te dé especial ilusión o cariño poder cantarla, por fin, en directo?

M. B. – Tengo mucha curiosidad por ver ‘Demonio’, que es como más ochentera. Además, hay un solo de guitarra de Javi, que seguro que lo va a hacer increíble. Y si suena bien, eso va a sonar muy bien. Luego, la de ‘5 minutos más’ también tengo muchas ganas de ver cómo la voy a hacer en directo, porque si entra bien es sentirla. Además, que sea la última va a ser como, guau,

M. T. – Que gusto y que intriga, también te digo… (risas)

M. B. – Mi intención es que llegue lo máximo posible a la gente, que estés ahí y digas, guau. Que pueda atrapar a la máxima gente posible y quedarse embobada, pero no por mí o lo que yo haga, sino por la música.

Maria Blaya

M. T. – Cuando la música es verdaderamente el hilo, la protagonista crea vínculos con la gente, ¿no? Y es que, fuera del álbum, desde que estás aquí en Madrid has hecho colaboraciones con artistas como Natalia Lacunza, trashi, Rojuu, Blanco Palamera o Daniel Sabater… ¿Cuáles son las sensaciones?

M. B. – Pues, te puede salir o muy bien o muy mal, entre comillas. Muy mal es que no salga nada, y no pasa nada. Pero de momento he tenido la suerte de que todo me ha ido muy bien. De hecho, he tenido más sesiones con gente con la que no ha salido música, porque al final hemos decidido que no o porque va a salir más adelante.

M. T. – Esto también está bueno.

M. B. – Es súper guay cuando conectas con alguien en el estudio a nivel letra y como persona. Te ríes y además, suelo tener una mini charla antes de cualquier sesión para poder empatizar con la persona y saber por qué está pasando, si se quiere abrir o no… Entonces yo también me abro y contamos una historia, empezamos a producir y sales solo.

Hacer sesiones me gusta mucho. De hecho, la primera que hice con Rojuu, fue la primera que produje para otra persona y fue la primera canción que salió. Súper guay.

M. T. – ¿Conoces otra forma de trabajar y te nutres de otra gente pues?

M. B. – Sí. De hecho, mi manager de ahora es Polar Nights, porque esa sesión fue mágica y entonces dijeron: “Wow, esta chica, ¿qué hace?”. Y a partir de ahí, un poco después, me ficharon.

M. T. – Además, una cosa es componer y la otra producir, ¿qué parte te resulta más ágil y cual más complicada?

M. B. – Me encantan las dos cosas, pero me gusta más producir, porque ahí no estoy diciendo nada, es decir, sí que algo a través de la música y las sensaciones que provoca, pero no es lo mismo que escribir. A mí las melodías y todo eso me salen como churros, pero en concreto las letras.. Acertar con una letra que vaya acorde con la melodía de la base y demás, es muy complicado de encajar. Sobre todo, buscar las palabras correctas para no ser una pretenciosa o una chula.

M. T. – ¿Te da apuro por si el público te va a interpretar de una manera que no es?

M. B. – Me da vergüenza, porque al final estás explicando algo que llevas dentro y debes contarlo de X manera en concreto para que llegue. Pero lo bueno de todo esto es que el disco lo he compuesto con mi hermana Cris y con varias personas que han estado conmigo: Ruptura, Blostein, Carreño…

M. T. – Bien acompañada.

M. B. – Sí, sobre todo mi hermana Cris, que está en casi todas las canciones. Cuando compongo algo, al principio suelo componer yo la letra y luego mi hermana Cris mete mano y dice: “Esto da vergüenza, esto está mal explicado, entiendo esto, esto podríamos dar una vuelta”. Le doy una vuelta, le ponemos más letra… Entonces, como mi hermana es mi mejor amiga y siempre le cuento todo, sabe lo que quiero decir. Cris ha hecho un papel muy importante en el disco de composición.

Maria Blaya

M. T. – Estamos llegando a final de esta charla pero no podemos acabar sin saber qué canción de tu lista de reproducción le recomiendas a aquel que nos esté leyendo. Ya sea reciente o esa que lleva tiempo contigo.

M. B. – Uau.. A ver, que pillo Spotify. Pues mira una que me encanta es la de un artista que se llama Ryan Beatty, que lo descubrí cuando tenía 15 años y él hacía vídeos en YouTube. Tiene un álbum que se llama ‘Dreaming of David’ y…  la leche que no pago el Spotify premium. (risas)

M. T. – Ponlo en el mío. (risas)

M. B. – La canción se llama ‘Evergreen’ y es preciosa. Guárdatela, te la recomiendo y la recomiendo. El álbum entero también, pero esta canción en concreto es súper bonita.

M. T. – Guardada pues. Y Maria ya para poner cierre a esta charla, en tu presentación por escrito del ‘GRANDE’, el texto acaba con esta frase” El futuro (tachado) presente es suyo. ¿Eso qué quiere decir, que eres de las que piensa: “Que venga lo que tenga que venir”?

M. B. – Confío mucho en lo que vaya a venir porque sé todo el trabajo que he hecho y porque todavía me queda muchísima creatividad por expresar y por aprender. Yo solo sé que lo que dicen los famosos de “desde el corazón y con mucho trabajo, las cosas llegan”, literalmente es eso. Bueno, y también tener el toque de suerte de que algún artista mucho mayor te comparta o salir en ‘X’ medio y aprovecharlo.

Si tienes un trabajo constante y te pasa eso, es que es infalible que no funcione. Para mí, con todo lo que he hecho y con todo lo que hago, ya he ganado.

Mariona Tijeras @marionatijeras