MENTIRA: "Que las cosas se acaben es una oportunidad de empezar de cero"

Hablamos con Miguel Blanes y Javier Aguilar, componentes del grupo madrileño ‘Mentira’, sobre ‘Nada es para siempre, su álbum debut. 

MENTIRA, estrena su álbum debut.

Lunes tarde en Lavapiés, un bar, gente, una mesita redonda y dos chicos de 25 años sentados en dos de los tres taburetes que la rodean. Son Miguel Blanes y Javi Aguilar, compositor y productor de la banda madrileña, MENTIRA. De entre el bullicio del local, nadie sabe que acaban de subir a la nube, eso sí, por ahora en oculto, su álbum debut: ‘Nada es para siempre’

Miguel es gaditano y Javi murciano, pero los varios años que llevan viviendo en la capital les hacen ser parte de esos jóvenes con algo qué contar. En su caso, a través de la música y con una banda formada por 5 artistas, y ahora ya sí, con ‘Nada es para siempre’ público a todo el mundo. Es por ello que,  desde revista revista, hemos charlado con Miguel y Javier Aguilar sobre el nuevo lanzamiento, producción, trabajar de la mano, miedos y por supuesto, mucha música. 

La banda madrileña presenta su primer EP, ‘Nada es para siempre’. 

Mariona Tijeras – Primero de todo, lo importante es saber cómo estáis, porque tenéis dos EP, pero ‘NADA ES PARA SIEMPRE’ es vuestro primer LP. Palabras mayores y algo que solo se vive una vez, la sensación de lanzar un primer álbum. ¿Cómo os sentís?

Miguel Blanes– Con bastante estrés, pero yo creo que es normal, ¿no? Cuando sale un disco, o cuando estás preparándolo, siempre estás a mil cosas, sobre todo, si eres un sello independiente como el de Javi, que se llama ‘4 Entertainment & Arts’.  Al fin y al cabo tienes que hacer mucho curro que nadie hace por ti. Bueno, ahora ya más tranquilos, ¿verdad? 

Javier Aguilar – Sí. Ahora estamos más relajados porque ya tenemos todo fuera, ya subido. Entonces el estrés se convierte un poco en alivio. Evidentemente, la ilusión, las expectativas y el no saber muy bien qué va a pasar están ahí, pero como ya no depende de nosotros… El trabajo ya está hecho y ahora es un poco, pues, que venga  lo que tenga que venir. 

M. T. – Eso sí, tenéis ese público que os sigue desde hace cuatro años y que os va a poder conocer un poco más de cerca, ya no solo con el álbum, también con el concierto de lanzamiento en la Sala El Sol, sitio de referencia en Madrid. 

M. – Sí, realmente es un poco como un nacimiento o un renacimiento. O sea, realmente para mucha gente va a ser lo primero que escuchen, un grupo cien por cien nuevo con cuatro años de trabajo detrás. Esperemos que la gente que ya nos sigue le pueda gustar,  lo pueda sentir suyo y decir: “Cómo han evolucionado estos chavales”. Y a la gente nueva, digan: “ Dios, qué cosa más fresca, qué único”. 

J. – Lo que has dicho de La Sala Sol, es un paso guay. Es una sala en la que ya hemos tocado, pero es la primera vez que estamos solos y tenemos mucha ilusión. Hemos ido mil veces a ver conciertos de gente que nos encanta…

M. T. – El paso de ser espectador a estar encima del escenario y que hacéis juntos como banda, pero también como compositor y cantante, por parte de Miguel, y productor por parte de Javier. ¿Cómo ha surgido esta unión?

J. – Nos conocimos ya hace cuatro o cinco años y ahí fue cuando Miguel me enseñó las canciones y yo le dije: “Oye, estoy produciendo otras bandas y tal, si quieres me enseñas”. 

M. – Yo no sabía producir en ese momento… 

J. – Claro, y así empezó un poco la banda. Bueno, la relación creativa nuestra, que se ha mantenido igual cuatro años y en la que ya hemos hecho 20 temas, sumando también los EP.

M. T. – En esta producción, poder transmitir lo que queréis cada uno y al mismo tiempo saber escuchar al otro para que salga algo común tan bueno, ¿cómo es?

M. – Generalmente es un proceso en verdad bastante simple, pero creo que lo complicamos mucho nosotros. Ahora mismo yo hago una primera maqueta de lo que va a ser la canción, donde pongo lo que quiero transmitir, es decir, la idea. Ya después programamos un poco más allá, los dos juntos. Javi me da su visión para empacarlo, llevarlo a un sitio concreto y guiar ese tema hacia dónde queremos. Es un trabajo que hacemos muy juntos.

J. – Sí, por mi parte, es un poco como engrandecer ideas que ya están ahí, si son buenas, y luego sugerir o proponer cambios de cosas que igual pienso que podrían estar mejor o, simplemente diferente, para conseguir el objetivo que yo pienso que es el objetivo. Luego proponer arreglos nuevos, si se da el caso de que haya algún hueco y es necesario. Últimamente, las cosas van mucho más enfiladas que al principio.

M. – Siempre dedicar tiempo a buscar lo que queremos transmitir y los motivos. Es decir, el medio es la canción, y al fin y al cabo es buscar y encontrar cuál es el destino de esa canción. Eso es lo bonito también.

J. – Al final es un acto muy generoso de decir qué es lo mejor para la canción, aunque no sea mi idea o su idea. Luego es verdad que Miguel se ha profesionalizado mucho y a la hora de producir, me quita mucho el curro. Entonces yo me dedico más al ámbito de la industria: Buscar alianzas, buscar proveedores… Porque para sacar un disco de forma independiente no estábamos preparados hasta hace relativamente poco y por eso este también no ha salido antes. Entonces es un poco un curro que, conforme vas conociendo más, se va complicando más y es bastante infinito.

M. T. – Ahora podéis crear un disco de inicio a fin desde casa, prácticamente con un portátil, sin tener que ir a un gran estudio; pero tiene su trabajo…

M. – Totalmente. Además, es un proceso muy bonito. Todo lo que hemos hecho ha salido de nuestro ordenador, de nosotros y de nuestra cabeza. Entonces, no ha habido una inversión del copón para ir a algún estudio para que nos produzcan y nos mezclen. Realmente todo sale de nuestro Windows y nuestro Mac.

J. – Sí, es Low-Fi, en esencia. Nosotros hacemos Indie-Rock low-fi, que son dos conceptos que yo creo que hasta ahora no se habían juntado en España. A lo mejor sí, pero no lo hace mucha gente. Si tienes dinero es más cómodo echarte dos semanas en un estudio y salir con el disco hecho; que hacerlo a lo largo de tres años, a base de tardecitatardecita, cada dos semanas, sacando huecos y luego repasándolo mucho, puliéndolo, dándole mimo a nivel de detalle.

M. T. – Justo que os referís a vosotros mismos como estilo Indie-Rock. En anteriores EP habéis experimentado con el R & B, el Pop, Indie y varios géneros. En este álbum que ha salido ‘Nada es para siempre’, ¿Qué sonido lo define?

M. – A mí siempre me gusta cuando la gente nos pregunta sobre qué género hacemos, porque claro, está claro que en ámbito general hacemos Indie, probablemente. Pero depende, en este disco, por ejemplo, hay como mucha amalgama de sonidos muy diferentes. El Indie ha evolucionado tanto que casi ya no es una etiqueta real para un sonido y venimos a reivindicar eso, que al fin y al cabo es lo que es este disco también.

J. – Sí, o sea, tiene un sonido muy concreto, que bebe mucho de influencias de bandas, de un sonido más cercano al rock, lo que puede ser el hilo conductor de este disco. Pero claro, Rock y Low-fi no suelen ir de la mano, ya que el rock es una cosa muy HD. Entonces, ahí es donde está la novedad de este disco: Contar algo muy íntimo y muy cercano; con algo más grandioso, como puede ser el Rock, que son canciones que ya se han pensado para que funcionen en recintos un poco más grandes.

Un poco de esa mezcla pasando por un millón de sitios: desde lo urbano hasta autor, pasando por pop y hasta música electrónica. Pues ahí, en medio, acaba el disco, entonces es un mejunje de qué es MENTIRA.

M. – Lo guay también es que aunque tenga tantos sonidos diferentes, tiene un sonido muy concreto. Al fin y al cabo, acabas el disco y ves un hilo conductor muy claro y nuestro sonido está ahí

M. T. – En el primer EP decíais que habíais bebido de la influencia de Bad Bunny o Post Malone. Esta vez, ¿de quién tomáis referencia?

J. – Un montón. Al final, cada uno de nosotros tenemos nuestra referencia concreta, aunque todo el rato la estamos intercambiando, y al final se vuelven comunes. Sobre todo, por el hecho de pasar tanto tiempo juntos, compartiendo y visualizando lo que queremos hacer. Yo creo que bebo mucho de bandas de Indie – Rock anglosajón, desde ‘The 1975’ a ‘The Strokes’, quizá menos que otras bandas en España, pero también con esa intención un poco más minimalista.

M. – Pero después también cada canción tiene influencias concretas. A lo mejor hay canciones que beben de un montón de artistas diferentes. Después ya se te hace un poco difícil decir: “Esta canción suena”. Y es que, suena a tantas cosas que ya he perdido el hilo de qué era en un principio, cuáles eran las referencias, cuáles eran las influencias. Pero está claro que nos ha influido un montón también lo que hemos escuchado, sobre todo desde pequeño, sobre todo en este disco que es un disco muy romántico.

J.  – Bastante romántico. Mira mucho al pasado y de hecho, de una forma muy novedosa. Yo creo que las referencias son esas, tirando a antiguas, de escuchar a nuestro grupo favorito en el coche en los 2000-2010 casi.

M. T. – Recuperáis ese sonido de los 2000 para que no se vaya y justo el título del álbum dice una gran verdad: que para bien o para mal, nada es para siempre. ¿De las muchas cosas que no son eternas, cuál es esa que se refleja en el álbum y que os da más respeto?

M. – Esto ya es muy personal, pero yo podría decir el amor y tal, que es algo que se fundamenta mucho en el disco; pero la vida en sí misma, se acaba. Y a mí eso siempre, desde pequeño, me ha dado muchísima ansiedad. Pero al fin y al cabo, tienes que acabar asumiendo que nada es para siempre de verdad. Hasta la vida misma que tú te acostumbras a vivir,  el hecho de que estás vivo,

J. – Eso es un poco el marco y luego se puede aplicar a todo. La vida en el círculo más grande y el amor en el círculo un poco más pequeño, junto con la amistad. Para dar un contrapunto a eso, iría a lo más pequeño, como por ejemplo el contexto: Para mí es algo que me influencia mucho a hacer lo que hago en cada momento, y es lo más variable de todo. Es decir, desde dónde vives, a qué haces en tu día a día, con quién te juntas, cuáles son tus ambiciones y miedos… 

Todas esas cosas que yo las defino como contextos, cambian. Con lo cual, tú también. Y a lo mejor una cosa que te gustaba muchísimo y que era tu personalidad, de repente se vuelve algo ajeno a ti y algo que ves como raro. Son de las que más miedo me daban, y ahora, aprendiendo esta lectura; son las que más gracia me hacen de la vida. Lo asumo y juego con esas reglas, y es hasta divertido; pero supone mucha pérdida.

M. T. – Es malo, pero al mismo tiempo es bueno. Te permite renacer.

M. – Exacto. A veces que las cosas se acaben es una oportunidad para empezar de cero.

J. – Y para disfrutarla, como decía Miguel, de una forma más especial, más única y con el sentimiento de causalidad.

M. T. – Eso os permite ir subiendo escalones y abriendo etapas. ¿Cuál es ese primer techo que digáis: “Uau, hemos llegado hasta aquí”?

J. – Para mí, en el caso de Mentira hemos dado casi, casi, casi ya todos los pasos que una banda puede tener. O sea, el primer ensayo, el primer bolo, el primer contrato discográfico, la primera edición en físico, el primer disco…

M. – Totalmente todo.

J. – Nuestra primera ‘Sala Sol’ juntos… Hay muchas primeras cosas y siento que en el caso de Mentira llevamos un montón.

M. – Para mí, mi primer techo siempre ha sido que me escuchara alguien que no fuera un amigo o un familiar. Que alguien yendo a cualquier lado, como al hacer la compra, escuche un tema de Mentira o un tema que he escrito yo.

J. – También la primera entrevista. Son cosas que al final dices: Ho, lo estoy haciendo. Estoy haciendo aquellas cosas que siempre había proyectado. Ahora quedan menos, pero siempre va a haber algo. Las que quedan son menos realistas y es decir “Flipo. A ver hasta dónde llega esto”. Están muy bien, pero me parecen más puras las del inicio, la verdad.

M. – Al fin y al cabo, piensas las cosas que quieres al principio y después, tus ambiciones se pervierten por lo que vives, lo que consigues, lo que no consigues… Al final acabas queriendo algo que en verdad nunca has querido o que nunca has pensado que ibas a querer.

M. T. – En este camino, por una parte, compones en solitario y juntos producís. Pero por grupo han pasado varios músicos, hasta ser 5. ¿Cómo es formar parte de un grupo?

M. – A mí me parece muy bonito poder compartir tus canciones, lo describes con más gente y más aún si son tus colegas. Que esa gente abrace esas canciones y diga: Oye, me gustan, vamos a meterle caña, vamos a ensayarlas, vamos a producirlas, vamos a tocarlas en directo, vamos a sentirlas como de todos… Se siente bonito.

J. – En este caso nosotros dos nos encargamos de la producción y de la composición. Entonces, es más sencillo porque también, si es muy democrático, a veces es un poco difícil. MENTIRA tiene un poco esas dos vertientes en la que igual más de puertas para afuera, o como nos presentamos en directo, somos una banda de cinco personas. Mientras que para la gestión del proyecto somos Miguel y yo tomando las decisiones creativas respecto lo que es la música

M. T. – ‘Nada es para siempre’ cuenta con 11 canciones ¿Con cuál de ellas cerraríais esta entrevista?

J.  – ‘Nada es para siempre’

M. – Sí, es verdad. Pero también es la que cierra el disco, entonces es como un poco trampa (risas). O ‘Sentimiento’ también, ¿no?

J.  – Para mí, el cierre está claro…

M. – Sí, pero ‘Sentimiento’ también es más positivista, igual. Como un círculo, ¿sabes?

J.  – Exacto, lo que va después.

M. – El disco empieza hablando de empezar de nuevo y acaba diciendo que todo se acaba.

J. – Bastante literal.

M. – Frases literales. No hace falta comerte el tarro, ya lo pone en las canciones.

J. – Acabaría diciendo eso… Que nada es para siempre.

M. – Bueno, esta entrevista es para siempre.

J. – Si seguimos hablando, seguro que sí. (risas)

M. T. – Podemos seguir, podemos seguir… 

M. – Sigamos, sigamos ‘Off the record’.

J. –  ¿Queréis otra caña? Yo quiero otra.

Mariona Tijeras @marionatijeras