la moda en el metaverso: ¿cuál es el futuro de este matrimonio 3.0?

Las primeras iniciativas de la industria de la moda en el metaverso reflejan un provenir tan confuso como determinante. ¿Es factible este nuevo affaire?

Con sus retos, incógnitas y, para algunos, incluso incongruencias irreparables; la moda y el metaverso parecen haber iniciado una alianza con el propósito de dar paso al que es un nuevo capítulo de la (r)evolución humana -cuya duración, aunque prometedora, todavía está por ver-. La moda, con un componente material evidente (aunque no el único, puesto que el vestir también es social, político y psicológico), y el metaverso, donde todo existe y es irreal de manera simultánea. Pasos en dirección a este nuevo paradigma ya se han dado, debemos avisar a los más incrédulos y escépticos. En estos últimos 365 días, con una crisis sanitaria y una recién comenzada guerra que amenaza al orden mundial entre medias, el surgimiento de propuestas que entrelazan estas dos atmósferas es evidente. Está ahí. Ya ha llegado. El reloj ha empezado a funcionar. ¿Hasta cuándo? Silencio.

Antes de proceder, hay que sentar las bases para emprender este viaje a la realidad 3.0. ¿Qué es exactamente el metaverso? Dicho en pocas palabras, un mundo paralelo en formato digital o ciberespacio en el que los humanos adoptan la forma de avatares para, básicamente, existir en otra realidad. Hay quienes, para aterrizar este concepto a lo mundano, hablan del videojuego Los Sims, saga de simulación social de Electronic Arts indispensable en el ocio de los jóvenes de principios de los años 2000, como de un primer acercamiento a esta nueva esfera. Otros mencionan el cuarto acto de la tercera temporada de la distópica Black Mirror, titulado San Junipero, que se retransmitió en octubre de 2016.

La ironía aquí está en que, cuando estos dos títulos anteriormente mencionados tomaron forma en su momento, estas realidades paralelas siempre se concibieron como lo que eran en su origen: una ficción irrealizable. No obstante, el cambio de rumbo hacia una realidad real (valga la redundancia) mudada al entorno digital, aunque ya comenzaba a despertarse con pequeñas acciones, dio un salto sin precedentes con la presentación del Meta de Zuckerberg, la férrea apuesta del creador de Facebook por el metaverso. A partir de ese preciso momento, el ritmo del desarrollo de este ciberespacio comenzó a acelerarse hasta alcanzar una velocidad vertiginosa. Miremos hacia donde miremos, todo viene precedido del término meta-. Si no es el metaverso per se, son los NFT (siglas que corresponden a Non Fungible Tokens, término inglés que hace referencia a un producto único y no intercambiable, según explica Mitchell Clark en The Verge). O las criptomonedas, con todo el debate que despiertan.

¿Y es realista hablar de moda y metaverso como de dos ámbitos con lenguaje común? Esfuerzos para que así sea se están llevando a cabo. Sin ir más lejos, del 24 al 27 de marzo de este 2022 tendrá lugar la primera edición de la Metaverse Fashion Week, una semana de la moda celebrada en el ciberespacio y comisariada por Decentraland, plataforma de realidad virtual en 3D. En octubre de 2021, Dolce & Gabbana presentó su primera colección NFT que recaudó 1.885.719 Ether, el equivalente a 5,7 millones de dólares. Un mes más tarde, en noviembre, mientras tenía lugar la alfombra roja de los Fashion Awards, se celebró una segunda red carpet en el metaverso de mano de Gucci, convirtiéndose así en el primer evento de esta industria en celebrarse en esta realidad paralela. “La moda consiste en lo que está por venir y en encontrar nuevas voces con visiones claras, y este talento está surgiendo en el metaverso”, compartió la vicepresidenta de Roblox, Christina Wooton, en la versión digital de la revista Dazed. Otro mes más tarde, en diciembre, Zara lanzó una colaboración junto a la marca Ader Error, una colección con formato físico y también virtual mediante la plataforma surcoreana Zepeto.

 

A partir de aquí, se abre la veda a nuevas propuestas: de semanas de la moda puramente digitales a compra de productos de lujo para vestir a esos avatares que nos representan en el nuevo ‘más allá’. No obstante, también se están acusando los obstáculos respecto a los derechos de autor que plantea esta selva de bytes. A principios de año, la casa de moda francesa Hermès anunció la toma de medidas legales contra Mason Rothschild, artista creador de unos metabirkins de ‘efecto peluche’ que han llegado a mover casi un millón de dólares. ¿Se puede replicar digitalmente el que es uno de los bolsos más icónicos de la historia por capricho y salir indemne? ¿Hasta dónde sí y hasta dónde nunca? ¿Tienen las firmas de moda más importantes del mundo el mismo poder en el metaverso o son más vulnerables? Preguntas que, hoy en día, todavía no han encontrado una respuesta cerrada. Mientras tanto, toca seguir con los pies en la tierra (y con la ropa en nuestro armario).

 

David López @davidlpz___