'motomami': un álbum lleno de contrastes para conocer mejor a Rosalía

El tercer disco de Rosalía evidencia su evolución natural. Motomami es la consagración de una artista que no solo se transforma a sí misma. Su percepción de la música la ha convertido en una visionaria. Motomami es lo más 2022 que hemos escuchado en lo que llevamos de 2022.

Convertida en una estrella global, la expectación por escuchar la nueva música de Rosalía estaba por las nubes. Si los singles de adelanto tuvieron una tímida acogida, el estreno del álbum disipó cualquier duda. El huracán ‘Motomami ha conseguido certificación de oro en su debut y se convierte en el álbum con mayor consumo a nivel mundial en su primera semana de estreno. Es la primera artista española que lo consigue.

El bombazo que supuso El Mal Querer’, un Trabajo de Fin de Grado para la Escuela Superior de Música de Barcelona que rompió con cualquier norma establecida y relegó a los puristas que lo cuestionaron a un criticismo desfasado y viejuno, puso las expectativas por las nubes. ¿Continuaría Rosalía con flamenco de Los Ángeles?, ¿seguiría experimentado y jugando con nuevas fórmulas?

Portada del álbum 'Motomami'. Vía Instagram

Portada del álbum ‘Motomami’. Vía Instagram.

Pues bien, misterio resuelto. Motomami es diferente a cualquier cosa que hayas escuchado antes. Una amalgama de géneros que van desde el reggaeton hasta el jazz, desde las bulerías hasta los sonidos caóticos, excitantes, sucios. Rosalía explora, toquetea los sintetizadores y tunea su voz para relatar qué han supuesto para ella estos dos años de composición.

Miami, Los Ángeles y Nueva York se convirtieron en su casa mientras el planeta vivía sumergido en una incertidumbre pandémica. Un trabajo de introspección que ha llevado a cabo acompañada de productores como Pharrel Williams y Frank T Dukes que tiene como resultado la creación de auténticos lemas: “Yo soy muy mía, yo me transformo”

La fama, el sexo, Dios y la familia son la columna vertebral de un disco lleno de contrastes. Ya lo adelantó la propia cantante: la dualidad está en su interior, intrínseca en su naturaleza de artista. Sin el lado moto (fuerte) la parte mami (frágil) no existiría, y viceversa. “Motomami es una energía, una forma de sentirse y de estar en el mundo”. Así definía la artista el concepto para una entrevista con El País.

No le tiene miedo a la posible caducidad del éxito. “Flor de sakura / Ser una popstar nunca te dura”. Tampoco a las críticas. “Soy igual de cantaora / Igual de cantaora con un chándal de Versace que vestíita de bailaora”. A lo que sí teme es a la distancia de su familia y el olvido de sus raíces. A su sobrino le explica en G3N15 que no todas las estrellas brillan en Hollywood y le pide perdón por su ausencia. Su pilar: Dios. “Keep it cute, manito, keep it cute / Que aquí el mejor artista es Dios”, recita en la canción más experimental del álbum.

 

Referencias hispanas, vocabulario latino e imaginario asiático en un disco que supone un auténtico reseteo cultural. Motomami define la vuelta al mundo que Rosalía ha tenido que dar para crearlo. Todo lo que toca lo transforma. 

Carmen Basanta @carmenbasanta