Ahora, Guille estrena una nueva exposición titulada “Sudden Awareness of Myself” (Repentina conciencia de mí mismo), donde explora con su arte lo que significa nacer, crecer y navegar en el mundo virtual.
Sofía Villar – ¿Qué podemos esperar de esta exposición?
Guillermo Solas – Es algo muy distinto a lo suelo hacer. Obviamente hay elementos que me representan y que suelo plasmar en mis obras. Pero la intención era explorarme a mí mismo. Dejo un poco de lado los colores tranquilos y adopto un tono más afectado. Me propuse buscar algo diferente e intentar romper con lo anterior.
Sí que es verdad, que algo que suele marcar mucho tu obra, son los tonos pálidos, poco saturados y los colores pastel. ¿A qué se debe?
Es algo en lo que pienso bastante, pero si te soy sincero, no lo sé. El color blanco siempre me lleva a cosas muy tranquilizadoras. Antes lo hacía todo blanco puro: “quiero este blanco”. Luego empecé a mezclar otros elementos hasta mi etapa actual, que es más oscura. O al menos yo lo veo así.
En esta nueva etapa, ¿qué intentas reflejar?
Hablo sobre dos temas principalmente. El primero es la identidad que trato de plasmar a través de retratos. Y el otro es la sobrexposición y el consumo excesivo de todo lo digital. Hay que saber discernir una cosa de la otra para poder ver la realidad. La identidad con toda la era digital deja de ser algo tan físico y pasa a ser algo más moldeable. Todos acabamos estando conectados en una misma red. Dejamos de ser uno mismo para pasar a formar parte de un “yo” superior.
¿Crees que tu visión sobre la tecnología es positiva o negativa?
No celebro ni demonizo la tecnología, la pongo en el lugar donde todos la ponemos en nuestro día a día: siendo la protagonista. No se busca dejar claro ningún mensaje. Al final la conclusión la realiza cada uno. Simplemente invito a reflexionar viendo la realidad desde otras perspectivas. Si se hace algo súper explícito ¿qué gracia tiene?
Entonces, ¿qué opinión tienes sobre la inteligencia artificial? ¿Crees que puede poner en peligro el trabajo de los artistas?
Hay mucha gente que se lleva las manos a la cabeza por este tema. Obviamente es algo que va a cambiar muchas cosas. Pero yo la veo más como una herramienta que va a facilitar muchos procesos. Cuando algo nuevo aparece, obliga a que todo lo demás cambie. Es parecido a cuando surgió la fotografía. Se crearon un montón de cosas nuevas, pero todo lo anterior, como la pintura, no desapareció. Es más el miedo a lo nuevo. No hay nada malo en que el artista se fusione con la tecnología si esto produce nuevos resultados.
¿Qué es lo que te inspirado concretamente para esta exposición?
Siempre bebo mucho de internet. Al final es como creo que nos relacionamos todos a día de hoy. Juego mucho con los elementos, los objetos y las personas. En esta exposición todo esto sigue estando detrás, pero exploro diferentes zonas. Pierre Levi ha sido una gran inspiración. Él habla mucho de lo virtual en todos los sentidos y su teoría sobre el hipercuerpo ha sido de gran ayuda. Al final vivimos en una sociedad globalizada y es muy fácil estar todos conectados los unos con los otros tanto de manera física, como puede ser un transplante de sangre, como de manera digital a través de Internet.
¿Cómo ves tu evolución como artista desde que empezaste hasta esta nueva etapa
Empecé a hacer fotos con 14 años y a retocarlas. En bachillerato fue cuando más empecé a hacer lo que hago. Sin embargo, sigo en la búsqueda de mi propio estilo, tratando de evolucionar todo el rato y no quedarme estancado. Afortunadamente también cuento a mi alrededor con un montón de gente que me apoya y me ayuda. Sin ellos no podría haber logrado todas las cosas que he hecho.
Lo cierto es que dentro de tu arte, has tocado diferente ramas del sector. Desde el festival urbano de arte digital de Madrid (MMMAD), donde trabajas, tus colaboraciones con firmas de moda como Pull & Bear, las animaciones para Lola Índigo o dirigiendo el videoclip “Cerca” de Bajo Cero. ¿Cómo percibes esta versatilidad?
He disfrutado mucho de todos esos proyectos y me gustaría seguir participando en cosas como estas. No sé qué será de mí en el futuro, pero sé que me gusta mucho aprender. Siempre estoy abierto a todo. No tengo problema. Al principio, por ejemplo con el videoclip, no sabía exactamente cuál era mi papel como director. Pero fue una experiencia muy guay y la repetiría mil veces más.
La exposición de Guillermo Solas se inaugura el día 8 de junio en Bate Social Store (Calle Santa María 14, Madrid) y durará hasta el 17 del mismo mes. En ella el artista plantea preguntas profundas sobre la autonomía individual en la nueva era digital. Lo que queda claro es que su visión respecto a estos temas es única. Sin pretender atormentarnos sobre la invasión digital, como otros muchos medios, con su estética tranquilizadora, Solas, representa una realidad en la que humanos y tecnología conviven. Tan solo hay que saber marcar los límites y encontrarnos a nosotros mismos.
Sofía Villar @sof_villar
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