Transparencias: el arte de ver a través

No se van. Se quedan. Permanecen. Vuelven. El arte de ver (y no ver) enamora a diseñadores y compradores por igual. Y por lo tanto, se queda un año más.

Las transparencias siempre han marcado tendencia. También han clamado al cielo y puesto los ojos en blanco. Y es que en el cambiante mundo de la moda, las transparencias no siempre han estado bien vistas. Sin embargo, tienen algo embriagador que nos hace volver a ellas una y otra vez. Solas, con lencería o volantes pero siempre hay algo claro: enseñar.

transparencias

Este 2023 ha sido tendencia. Pero no una tendencia cualquiera: han acaparado las pasarelas y todas las miradas. Ya en las pasarelas SS23 y FW23 dominaban las fashion weeks. Según Tagwalk, las prendas transparentes estuvieron estuvieron presentes en la colecciones del 77,3% de las firmas de moda durante las pasarelas de primavera- verano. Y eso no es otra cosa que una alerta: la de las tendencias.

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Las vimos en Dolce & Gabbana, Nensi Dojaka, Altuzarra, Blumarine, Palomo Spain o Bottega Venetta. Pero también en las colecciones de Salvatore Ferragamo, Fendi, Valentino o Givenchy. Múltiples combinaciones y juegos de luces y sombras que dejaban poco a la imaginación. Pero para quien crea que esto es solo de ahora, vamos a tirar de archivo. Porque estas “telas etéreas” llevan ya mucho tiempo entre nosotros.

Las palabras naked dress tienen nombre y apellido y, concretamente, también una foto: la de Kate Moss en un espectacular vestido transparente firmado por Liza Bruce. Este slip dress que todos tenemos en nuestro imaginario común fue pionero y augurio de lo que vendría después (por no hablar de su gran contribución al movimiento #freethenipple).

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Y aunque seguramente la tendencia se lo deba todo a ese preciso momento de los años 90 en aquella fiesta de modelos de la agencia Elite, no podemos negar la realidad: Cher y Jane Birkin lo llevaron primero. Y aunque no tan llamativos o atrevidos, supusieron un inicio clave a estas telas diáfanas que crean este aura de sutil delicadeza.

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Actualmente, también conquistan a las celebrity icons. Zoë Kravitz lució un YSL que no dejaba nada a la imaginación en la Met Gala 2021 y Lily Rose-Depp no pudo dejar de emular al icónico mini vestido de Kate Moss en una sesión fotográfica a modo de tributo a la modelo.

Las transparencias parecen a veces capturar la luz, reflejar lo etéreo y emular a las estrellas, y todo ello lo vimos de la forma más romántica, delicada y cuidadosa posible en colecciones como la de Alberta Ferretti y Alexandre Wang en la pasarela otoño invierno 2023. Más bohemio, más lencero, pero manteniendo siempre la esencia: ver a través. Exactamente como el de Gucci de esa misma colección que vistió Kendall Jenner y que hizo arder las redes.

Y para el año que viene, como hemos podido ver ya, las transparencias no se quedarán en el armario. En las Fashion Weeks SS24 volvimos a verlas: disruptivas con Mugler, románticas con Teresa Helbig, urbanas con Eckhaus Latta… Mil y un maneras de enseñar, dejar ver, traslucir, pero también de engañar, de juegos de sombras, de filtros, satinados y arrugados.

Hay algo de cruda verdad en las transparencias. También de dulce mentira. Una manera de dejar ver lo que hay detrás. Una manera de entrever y atisbar. De engañar y confundir. De traslucir la realidad. Una poesía visual donde la verdad se oculta entre velos de misterio y la belleza se revela en la simplicidad de lo invisible.

Y al fin y al cabo, no dejan de ser (o simplemente son) transparencias. Todo y nada. Nada y todo. Un siempre juego de color (o falta de el) que compone, en sí mismo, un look completo. Reveladoras, evocadoras, enigmáticas… Hoy, más que nunca, lo translúcido está, y es, moda.

Xiana Fernández @xianafernandezz