La idea inicial de la marca era que los accesorios y carteras de cuero fueran cosidas por reclusos. Luego de indagar más en el tema se dio cuenta que existía mucha burocracia para establecer y generar trabajo dentro de los centros penitenciarios. Por esto encontró una ONG llamada Centro de Atención al Migrante (CAM), la cual, acoge a personas inmigrantes, les enseñan portugués, los ayudan a establecerse y a encontrar trabajo. “Esta ONG me ayudó a formar un grupo de mujeres trabajadoras, les tuvimos que enseñar a coser, para así poder fabricar las carteras. Hasta el día de hoy seguimos trabajando juntas”.

Otro plus de Volta Atelier dentro de la industria de la moda es la sencillez y atemporalidad de los diseños que tienen los bolsos, que, sin duda alguna acompañan una gran acción social y humana de querer generar una mejor calidad de vida a muchas mujeres de Brasil. “Definiría Volta Atelier como ligero. La singularidad de cada cartera es el resultado final del reciclaje, por eso ofrecemos muchos accesorios y piezas únicas en su tipo” agregó la fundadora.