‘Saltburn’: ¿Crítica o alabanza hacia la clase alta?

Con el lema de “eat the rich” Emerald Fennell presenta su segundo filme cargado de estigmas sociales y personajes inquietantes. 

saltburn

Al son de la canción pop de 2001 ‘Murder on the Dance Floor’ de Sophie Ellis-Bextor, la clase social más alta de TikTok ha sacado a relucir sus esplendorosas mansiones recreando la escena final de este drama satírico. En esta macabra historia Barry Keoghan representa a Oliver Quick, un nerd que acaba de iniciar su esperada carrera universitaria en Oxford, allí conoce por medio del destino (o puede que no) a Felix Catton, interpretado por Jacob Elordi. Este joven encantador y perteneciente a la alta aristocracia británica, le abre las puertas de su pequeño palacio del siglo XIV durante las vacaciones de verano.

Fennell llega a anteponer la estética al contenido, con planos simétricos y una fotografía embelesada por el filtro, deja de un lado el trasfondo real de la historia. Al querer desbancar a las clases más adineradas, no concluye con ninguna certeza ni con ningún nuevo pensamiento revelador que vaya a cambiar el curso de los estratos sociales. Momentos tanto icónicos como incómodos como la escena de la bañera, son los que salvan el visionado y aportan esa chispa necesaria para que se convierta en una de las películas más comentadas de 2023 y de lo que llevamos de 2024.

La premisa de acabar con los ricos ya había sido explorada previamente en otros largometrajes como El Menú (2022) o El Triángulo de la Tristeza (2022). Sin embargo, Saltburn se acerca más a la historia de El Talentoso Mr. Ripley (1999), un joven incomprendido que desarrolla una obsesión compulsiva hacia su compañero y amigo, pero que, por desgracia, acaba con la muerte de este alter ego.

Sin ninguna duda cabe destacar la interpretación de Keoghan, que al comenzar el filme el espectador siente pena y lástima hacia él, pero a medida que avanza la historia descubrimos ese ser despiadado y psicópata que antepone sus propios intereses a su moral. Elordi en cambio, refleja en Felix a este ser inalcanzable para los simples mortales que, aunque sea de un mundo completamente diferente a Oliver, llega a entenderle y a empatizar con sus problemas.

saltburn

La nostalgia de los 2000 hace brillar a cada personaje con las novelas y referencias continuas a Harry Potter y las camisetas de tipo rugby de Abercrombie and Fitch y hasta el estilo boho de la madre de la familia e infravalorada retratada por Rosamund Pike.

En conclusión, esta es una sátira hacia las clases altas, pero también lo es hacia los outsiders que intentar involucrarse en ella. Aunque los Catton tienen finales espeluznantes, nunca se les llega a considerar personas terribles debido a sus beneficios de clase. Aparte de sus problemas interpersonales y algunas excentricidades británicas a la vieja usanza, su reputación permanece bastante intacta, en cambio, es Oliver de clase media, el paria. Mientras que la riqueza y la clase social son el mecanismo a través del cual funcionan las acciones de Oliver, su envidia y su deseo son las fuerzas que mueven los engranajes.

Lidia Recacho @lidiarecacho